Una fría mañana de 2009 en Punta Mogotes, Mar del Plata, se acercó una pequeña cachorra de no mas de 4 meses de edad. Fue amor a primera vista. Luego de realizar los controles pertinentes en el veterinario, y diagramar un plan de alimentación, se adapto 100% a mi estilo de vida hasta el día de hoy. Como guía de turismo, mi trabajo me llevo a muchísimos lugares, sobre todo a las montañas de la Patagonia Argentina. Mi incondicional mascota me acompañó en mas de 50 cumbres, unas 200 expediciones y cruces de Los Andes, y muchas aventuras más. Viajó en moto, auto, camioneta, lancha, kayak, avión, helicóptero, colectivo (no me dejaron subirla al subte aunque si al tren), motos de nieve y hasta surfeo. Visito Chile, Brasil, Ecuador y Paraguay. Estuvo presente en los primeros pasos de mis dos hijos, acompañándolos y cuidándolos, así como ayudo a educar a las dos mascotas mas que ya acogimos en nuestro hogar. Al día de hoy, con casi 12 años, sigue fuerte y lista para la aventura como toda su vida. El secreto? Bueno, como bien sabemos, el amor es super importante, aunque la alimentación, la tenencia responsable y el cuidado son la base de la pirámide (y muchos pero muchos mimos).
Idelfonso fue abandonado cuando apenas tenia un mes, fue rescatado por una señora que lo llevo a la veterinaria para darlo en adopción, ahi estabamos esperando atender a nuestra gata de 16 años, lo vimos y decidimos adoptarlo hace 4 años. Gracias a los cuidados de la familia y su buena alimentacion se tranformó en un gato con un pelaje suave y brillante. Le gusta encontrar cajas vacias para meterse y mirar por la ventana, su pasión es no hacer nada en todo el día.
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